El alcalde de Santiago visita las pinturas murales de la iglesia de Santa María de Figueiras, restauradas por el Consorcio

Martes, 11 Febrero, 2014

El alcalde de Santiago, Ángel Currás, y la gerente del Consorcio, María Antón, visitaron la iglesia de Santa María de Figueiras para comprobar el resultado de la restauración de las pinturas murales que han salido a la luz en el templo. La Oficina Técnica del Consorcio promovió su recuperación y conservación. Su estado era muy malo, debido a la acción de la humedad y, sobre todo, a la repercusión de obras anteriores en los muros del edificio. Sobre la superficie pictórica se aplicaron encalados y cemento. El presupuesto de los trabajos de restauración, adjudicados a la empresa Alfa ArteRestauración y coordinados por la restauradora Ángeles Fernández Santiago, ascendió a 16.651,90 euros.

 

Se tratan de pinturas al fresco, de estilo renacentista, que podrían fechar del siglo XVI. Tal como explica la arquitecta del Consorcio Idoia Camiruaga, “la iglesia estuvo cubierta de frescos pero en los años 70 se hundió el muro sur, lo que obligó a una intervención en profundidad sobre el templo. En aquel momento parecía que ya no había pinturas y finalmente las paredes quedaron cubiertas por una gruesa capa de recebo de cemento. Las que se conservan, aunque estaban muy deterioradas, aparecieron detrás de unos retablos, de ahí que no sufriesen las consecuencias de las diferentes obras que se realizaron en el edificio”.

 

Las pinturas aparecieron en dos rectángulos verticales localizados a ambos lados de la nave, próximas al presbiterio, y en varios fragmentos de las paredes del mismo. En cuanto a la nave, en la pared del lado de la epístola se conversa una superficie rectangular de desarrollo vertical; se trata de un personaje con una espada.

 

En la pared del Evangelio surgió una figura con corona de espinas y unas cañas entre las manos, que finalmente se comprobó que era un San Sebastián. En esta escena se mezclan dos imágenes superpuestas, pertenecientes a dos momentos pictóricos diferentes.

 

En el presbiterio se conservan tres fragmentos, dos de ellos en la pared del Evangelio. Y en la pared de la epístola aparecieron restos de pintura completamente cubiertos por una ligera capa de cemento, cerca del retablo mayor.