El Consorcio de Santiago celebró su Comisión Ejecutiva, presidida por el alcalde de la ciudad y presidente del organismo interadministrativo, Martiño Noriega. Durante la reunión se esbozaron posibles líneas de actuación para el presupuesto de 2016. 

Entre los temas abordados en la Comisión destaca la presentación del proyecto LIFE SANTIAGH₂O a la convocatoria LIFE Environment & Resource Efficiency de la Unión Europea. El proyecto, centrado en el tratamiento de las aguas de escorrentía, en especial a través de la mejora de la gestión del ciclo urbano del agua, proporcionará orientaciones y recomendaciones para la mejora de la gestión del agua en las zonas urbanas en general y en las ciudades con valor patrimonial en particular.

Este proyecto supone una inversión superior a los 2,6 millones de euros, con una financiación europea del 60 %. El LIFE, programa que financia experiencias piloto medioambientales en distintos campos, es uno de los más selectivos de los convocados por la UE, pero los socios de este proyecto confían en que la propuesta de un nuevo modelo hídrico y sus pruebas piloto en una ciudad patrimonio como es Santiago de Compostela, merecerán la consideración del organismo europeo.

Los socios de este proyecto, liderados por el Concello de Santiago, son el propio Consorcio de la Ciudad, la Universidad de A Coruña a través de su Grupo de Ingeniería del Agua y del Medioambiente, junto con las empresas VIAQUA y AQUATEC; apoyados por otras muchas entidades y organizaciones que valoran el interés de esta iniciativa como el Ministerio de Fomento y la Universidad Politécnica de Madrid. 

En la búsqueda de un modelo hídrico más sostenible y beneficioso para la ciudad

Tal como explican desde el Consorcio, el objetivo de este proyecto es reformular el modelo hídrico de la ciudad para dirigirlo hacia un modelo más sostenible, beneficioso para Compostela, en especial en sus tejidos históricos, de manera que la ciudad sea capaz de enfrentarse a los retos que supone el cambio climático.

El modelo tiene en cuenta las consecuencias del cambio climático

Los técnicos del Consorcio indican que la implantación de modelos hídricos urbanos sostenibles implica adaptar las actuales tecnologías (de ahorro, de eficiencia, de reciclaje, de depuración…) para una realidad urbana marcada por su carácter patrimonial. Además, deberán ajustarse a las futuras demandas urbanas del agua en el marco de las consecuencias locales del cambio climático.

“Uno de los elementos clave en un modelo hídrico sostenible es la gestión del agua de escorrentía y su relación con el espacio público, su aprovechamiento en funciones urbanas, así como las condiciones de su retorno al medio natural. Más todavía cuando la ciudad tradicional -y Santiago es un ejemplo- disponía de un modelo de gestión y aprovechamiento de esas aguas que implicaba no sólo a calles y plazas, sino también a los espacios verdes, que aún hoy perduran” -señalan los técnicos del Consorcio-.

El proxecto LIFE SANTIAGH₂O se dirige de manera específica a demostrar la viabilidad social, técnica, económica y ambiental de un Diseño Urbano Sensible al Agua (DUSA) y a la instauración de los sistemas TDUS (Tecnologías de Drenaje Urbano Sostenibles), teniendo en cuenta que el uso de esos sistemas en ciudades patrimoniales tiene requerimientos concretos.