El Consorcio de Santiago acaba de finalizar las obras en la iglesia de A Peregrina, situada en la parroquia homónima, a 6 kilómetros de Santiago. La intervención, centrada en la limpieza y reparación de la torre del campanario, era urgente debido a la importante entrada de agua en el campanario y en su entorno. Los trabajos tuvieron un presupuesto de 32.031,77 euros.
Este templo, de estilo barroco clasicista, se data por la inscripción de la fachada en 1795. El arquitecto de la Oficina Técnica del Consorcio responsable de este proyecto, Pablo Tomé, explica que se llevó a cabo la limpieza de la fachada exterior del campanario, al tiempo que se renovaron los rejuntados que estaban deteriorados con el fin de impedir la entrada del agua en el interior de la fábrica. También se limpiaron en profundidad las juntas abiertas que estaban invadidas por plantas y raíces, así como las grietas y fisuras para eliminar todo el material de aporte tanto del viento como de las aves y demás colonizadores.
Por otro lado, aunque el estado del tejado no era malo, el faldón norte y el tejado de la cúpula del crucero tenían un alto porcentaje de teja rota, de modo que se recolocaron las tejas y se sustituyeron buena parte de ellas. Asimismo, se renovó la impermeabilización de la cubierta de la terraza del campanario. Y se repararon varias ventanas que tenían las partes inferiores en mal estado.
Se renovaron los yugos de las campanas y se sustituyó la claraboya
Las dos campanas de la iglesia, situadas en la torre del campanario, disponían, cada una de ellas, de un yugo en muy mal estado, de manera que se procedió a su renovación. Además, las campanas tienen un sistema automático de toque y en una de ellas la percusión se producía por la cara exterior, lo que va en contra del correcto uso de la campana y podía deteriorarla; por lo que se cambió el sistema de percusión automático.
La torre tiene una terraza con una claraboya pero la carpintería estaba en muy mal estado y fue objeto de diferentes arreglos para impedir que entrara el agua. Recientemente fue revestida con poliéster y fibra de vidrio, pero con eso no se consiguió evitar la entrada de agua; por lo que se sustituyó por otra más ligera que además facilitará la ventilación y la salida a la terraza de las campanas.