El 26 de junio, último día para visitar la muestra de fotos de Rosalía de Castro en la Casa del Cabildo

Martes, 31 Mayo, 2016

Bajo el título “Airiños Aires, Rosalía”, la Casa del Cabildo, en la Plaza de Platerías, acoge desde principios de abril una exposición de instantáneas en la que el fotógrafo Xurxo Lobato rinde homenaje a la ilustre poetisa. Este domingo, 26 de junio, es el último día para recorrer la muestra, en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas y el domingo de 11:00 a 14:00 horas. Durante estos meses visitaron la exposición unas 5.500 personas.

 

Esta exposición, patrocinada por la Obra Social “la Caixa”, en colaboración con la Fundación Rosalía de Castro, es fruto de un trabajo de tres años. Se trata de una muestra itinerante que arrancó en Lugo y recorrerá las otras seis ciudades gallegas. Reúne un total de 50 imágenes en blanco y negro, en gran formato (100 x 70 cm), acompañadas en su mayoría por fragmentos de poemas de Rosalía.

 

Las casas en las que vivió y los lugares que poetizó

 

Esta muestra representa un viaje con Rosalía de Castro a través de la singular mirada de Xurxo Lobato. Las imágenes muestran los referentes espaciales más relevantes de la biografía de la autora, junto con aquellos que poetizó. Así, el fotógrafo subraya determinados espacios exteriores y paisajes, junto con espacios interiores que van desde la intimidad de las estancias domésticas de su casa hasta la inmensidad de la Catedral de Santiago. Y retrata además contornos que evocan la vida de Rosalía para los que la poetisa no tuvo textos explícitos. Es el caso del interior de la capilla del Hospital Real de Santiago, en cuya pila bautizada, o el sepulcro del Panteón de Gallegos Ilustres, donde yace. Y Lobato viaja también al Madrid de su juventud, al de sus primeras aventuras literarias, al que la une para siempre con Murguía.

 

En la vida y en la obra de Rosalía, como se destaca en esta exposición, los dos referentes espaciales de mayor peso son Santiago y Padrón. La Compostela más granítica de la Catedral, de las campanas y de las calles, pero también la Compostela más verde, protagonizada por la carballeira de San Lourenzo. Y de Padrón se muestra Adina, cementerio al que cantó; Arretén, casa en la que nació su madre; Iria Flavia, su epicentro vital y literario; el río Sar; la Casa de la Matanza…

 

Durante la travesía, el autor muestra la casa de Castro de Ortoño (Ames), donde vivió con su tía durante su infancia; la casa en la Rúa Real de Vigo, donde se publicó “Cantares Gallegos” en 1863; además de las casas en las que vivió en A Coruña, en Santiago y en Madrid. E incluso recoge su presencia en Castilla, donde su marido trabajó en el Archivo de Simancas (Valladolid).

 

El autor también retrata a la propia Rosalía, a través de sus esculturas en piedra, figuras de cerámica, óleos y dibujos.