El Consorcio de Santiago acaba de adjudicar la obra de renovación de la cubierta y de las fachadas sur y oeste de la iglesia de la Orden Tercera Franciscana. La empresa beneficiaria de este contrato es Rehabita, Gestión Integral de Rehabilitaciones y Restauración, S.L. El presupuesto global de la intervención ascenderá a los 100.000 euros.
La iglesia de la Orden Tercera Franciscana está integrada en el conjunto del convento de San Francisco, declarado Bien de Interés Cultural en 1896. El arquitecto de la Oficina Técnica del Consorcio responsable de este proyecto, Xosé Allegue, explica que “esta intervención se centrará en la restauración de las fachadas sur y oeste de la iglesia, que, al carecer de canalones, presentan problemas derivados de la acción de las escorrentías de la cubierta así como de la salpicadura del agua de los aleros contra las fachadas”.
Otro de los objetivos prioritarios de esta obra es la recolocación de las tejas del tejado, que, al estar simplemente apoyadas sobre los cangos, se levantan cada vez que hay temporal, lo que provoca la entrada de agua a las bóvedas y a los revocos de la nave. Y, en consecuencia, se pone en peligro la imaginería y el retablo de la iglesia. Según el arquitecto, “el retejado facilitará la sustitución o reparación de cangos y pontones en mal estado, y la implementación de ganchos largos que permitan un mayor solapamiento de la teja, por lo que habrá que aportar teja vieja idéntica a la existente para compensar la superficie total. Esto dificultará la entrada de filtraciones de pluviales”.
El saneamiento de las fachadas
Por otro lado, se llevará a cabo el saneamiento de las fachadas, repicando la capa de revoco en mal estado de la fachada oeste en la zona del coro. El resto de la fachada oeste carece de revoco, por lo que se aplicará con el fin de garantizar la estanqueidad de la fachada. Finalmente, se pintará con pintura especial de silicato. En el caso de la fachada sur, conserva su revoco en buen estado, de modo que simplemente habrá que limpiar y sanear el soporte existente para un posterior pintado al silicato idéntico al de las otras fachadas.
Para evitar que el problema de las escorrentías de la cubierta se reproduzca sobre los nuevos paramentos, se instalará un canalón y bajantes de cobre, que conduzcan directamente el agua de la cubierta a la red, procurando afectar lo menos posible a la imagen de las fachadas de la iglesia. Por último, se limpiará la piedra de los cercos de las ventanas.