A finales de julio volvía a las calles del casco histórico compostelano la exposición “Picheleir@s”, promovida por el Consorcio de Santiago y que se inauguraba en 2014 con gran éxito. Esta muestra recoge la mayoría de oficios y profesiones -muchos ya desaparecidos- que tuvieron protagonismo en la ciudad desde la Edad Media hasta la actualidad.

Son 30 banderolas de gran colorido que muestran a un personaje real, con un oficio particular, y se sitúan en la fachada de los edificios en los que vivieron o trabajaron: rúa da Acibechería, Praza de Cervantes, Casas Reais, Porta do Camiño y en la Rúa de San Pedro. Permanecerá hasta finales de septiembre y durante todo el verano fueron muchos los visitantes y ciudadanos que se acercaron a los distintos edificios que protagonizan esta iniciativa.

Esta exposición, comisariada por Mercedes Pintos, permite hacer un recorrido por la historia de Compostela a través de la vida cotidiana de los vecinos que habitaron en ella a lo largo de diferentes siglos. En las banderolas aparece el nombre del personaje, su oficio y la fecha referenciada en la documentación que existe de cada uno. Se completan con un dibujo de los protagonistas, realizado por el ilustrador gallego Julio Gayoso, y una frase explicativa de quienes eran y en qué consistía su trabajo. El diseño de las lonas es de Libertad Ramírez.

Picheleiros es cómo se les llama a los compostelanos, en alusión a los artesanos que hacían los picheles, recipientes usados sobre todo para extraer el vino de los barriles, y otros instrumentos de cocina, todos ellos de estaño. Junto a ilustres arquitectos y escultores, a lo largo de la historia existieron miles de personas anónimas que con su esfuerzo silencioso lograron que la ciudad de Santiago sea hoy Patrimonio de la Humanidad. Con esta iniciativa se busca recuperar a esas generaciones de picheleiros que fueron tejiendo la red urbana.