El Consorcio de Santiago colabora con el IES Arcebispo Xelmírez I en la restauración de los fondos bibliográficos de la biblioteca antigua del centro, de un importante valor histórico. El organismo interadministrativo aporta a esta actuación 22.000 euros. Esta mañana, el alcalde de Santiago y presidente del Consorcio, Martiño Noriega; el director del instituto, Manuel Portas; la conservadora y restauradora de obras de arte experta en documento gráfico Barca Cereijo; y la gerente del Consorcio, Belén Hernández, presentaron los avances del proyecto; junto a otros profesores del centro que están colaborando en esta iniciativa.
La restauradora Barca Cereijo explica que el IES Xelmírez I posee un notable patrimonio bibliográfico, una parte de él heredado del antiguo Instituto de Segunda Enseñanza de Santiago, creado en 1845, época en la que el centro compartía aulas, profesorado, biblioteca y laboratorios con la Universidad. Recoge los fondos bibliográficos acumulados durante toda la su historia, procedentes del período vinculado a la universidad, de donaciones de antiguos profesores, adquisiciones propias… “Es posiblemente una de las más importantes y mejores bibliotecas que se pueden encontrar en un instituto gallego” -aseguró la restauradora-. Por su parte, el director del centro manifestó la importancia de “brindar a la sociedad ejemplares que conformaron parte del conocimiento científico de este país en siglos pasados”.
El estado de la biblioteca
El centro había solicitado una propuesta de tratamiento para la restauración de una enciclopedia francesa. Al comprobar las condiciones en las que se encontraban las instalaciones y el peligro que podía suponer para las obras existentes, la restauradora recomendó un tratamiento general de las instalaciones, eliminando algunos problemas y reduciendo las posibles amenazas que podrían afectar a las obras allí depositadas.
“Las obras se deben mantener en unas determinadas condiciones. El tiempo favorece la proliferación de problemas, pues tanto los factores ambientales como la propia naturaleza de las obras -que se degradan química y biológicamente- perjudican su integridad” -señaló la restauradora-. Así, se realizaron tareas de mejora de las instalaciones y de la conservación de las obras. Se instaló un sistema de ventilación asistida que permite controlar la humedad relativa, con el fin de evitar la proliferación del moho, y se renovaron las ventanas. También se hicieron mejoras en las librerías y en los estantes.
Debido al elevado valor de algunas piezas, se adquirió mobiliario de seguridad para custodiarlas, financiado por el Consorcio de Santiago. El organismo también financió las tareas de conservación y restauración. La restauradora trabajó durante ocho meses en el tratamiento de las piezas existentes, incluyendo una toma inicial de fotografías, vaciado y limpieza de estantes, limpieza individualizada de las obras con aspirador profesional y productos específicos y una toma final de fotografías. Durante la limpieza de las obras se detectó la presencia de insectos bibliófagos, moho y otros deterioros en los libros causados por las condiciones ambientales y por la manipulación a lo largo del tiempo.
En una segunda fase, que se desarrollará el próximo año, las principales actuaciones previstas en la biblioteca son la restauración de L´Encyclopédie ou Dictionnaire Raisonné des Sciences, des Arts et des Métiers y el tratamiento de una serie de láminas y mapas. Y el siguiente paso será “hacer una exposición para que los ciudadanos puedan disfrutar de estas joyas”, tal como indicó la gerente del Consorcio. Por su parte, el alcalde hizo referencia a “un patrimonio bibliográfico de gran valor que estaba oculto” y mostró “toda la disposición” del Consorcio para “seguir trabajando en la recuperación de la biblioteca”.
Obras de muy difícil localización en la actualidad
Entre los fondos bibliográficos de la biblioteca histórica del Instituto Xelmírez I destaca una primera edición completa de L´Encyclopédie ou Dictionnaire Raisonné des Sciences, des Arts et des Métiers, que consta de diecisiete volúmenes de texto y once con láminas, una edición comenzada en 1751 y finalizada en 1772. El libro más antiguo, escrito en latín, es la Geographia de Strabón, publicada en 1523 en Basilea. También cuenta con el Diccionario Octolingüe de Ambrosii Calepini, editado en Lyon en el año 1681; dos volúmenes encuadernados en pergamino y escritos en latín, hebreo, griego, francés, italiano, alemán, español e inglés.
Entre los atlas conviene señalar los de Dufour, Tomás López y el Atlas del Mundo Clásico de Spruner-Menke. Asimismo, tiene una edición de 1872 de la Divina Comedia de Dante ilustrada por Gustavo Doré; junto con numerosos volúmenes de autores clásicos como Cicerón, Horacio, Ovidio, Quintiliano, Tácito, Perico o Livio, en ediciones de los siglos XVI, XVII y XVIII. La biblioteca posee además la Opera Omnia Senecae, una edición latina de 1605. Y atesora el Cursus Mathematici de Pietro Herigono (París, 1644), compuesta de seis volúmenes bilingües latín-francés y considerada como la auténtica enciclopedia que recopila lo esencial de los conocimientos científicos de la época.
Por otro lado, custodia la Historia de la Iglesia de Santiago del Coengo López Ferreiro, 11 tomos publicados entre 1898 y 1907; y la Biblioteca de Autores Españoles, de 71 tomos y publicada entre 1864 a 1880. Y conserva un Don Quijote de 1780 editado por la Real Academia Española y varias ediciones del Diccionario de la Lengua Española, también de la Real Academia. Al margen de estas joyas bibliográficas, tiene primeras ediciones de libros de literatura e historia de Galicia de muy difícil localización en la actualidad.