Un libro sobre Domingo de Andrade recoge todas las facetas del arquitecto gallego

Martes, 15 Marzo, 2022

El Consorcio de Santiago y Teófilo Edicións coeditan Domingo de Andrade. A invención do Barroco, una obra impulsada por la Real Academia Galega de Belas Artes en colaboración con la Facultad de Historia de la Universidad de Santiago y con el patrocinio del Xacobeo 21-22. En esta publicación, coordinada por el arquitecto Celestino García Braña y el catedrático de Historia del Arte da USC Alfredo Vigo Trasancos, participan un total de trece autores, arquitectos e historiadores del arte.

 

La publicación se presenta esta tarde en el salón de actos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago, a las 19:00 horas. En el evento estarán, además de los coordinadores, el alcalde de Santiago y presidente del Consorcio de la Ciudad, Xosé A. Sánchez Bugallo; el conselleiro de Cultura, Educación e Universidade, Román Rodríguez; el presidente da Real Academia Galega de Belas Artes, Manuel Quintana Martelo; la gerente del Consorcio de Santiago, Belén Hernández; y el responsable de Teófilo Edicións, José Luis Teófilo.

 

La Real Academia Galega de Belas Artes dedicó el Día das Artes Galegas de 2020-2022 al arquitecto, entallador e imaginero barroco Domingo Antonio de Andrade (1639-1712), motivo por el cual surge esta publicación. Andrade nace en la localidad coruñesa de Cee. Aunque sus inicios son como entallador de retablos barrocos, en 1676 es nombrado Maestro Mayor de la catedral compostelana, donde interviene en su majestuosa Torre del Reloj. A esta obra le siguen otras, tanto civiles como religiosas, como el baldaquino del Altar Mayor de la Catedral, la capilla del Pilar, el Pórtico de la Quintana, Santo Domingo de Bonaval… Así, Santiago de Compostela puede presumir de tener entre sus joyas arquitectónicas el mayor muestrario de las intervenciones de este magnífico arquitecto.

 

El arte barroco compostelano y gallego no se entenderían sin la figura de Andrade. Esta publicación, escrita en gallego y castellano, muestra los últimos descubrimientos sobre el arquitecto ceense y su obra. Presenta diferentes estudios desde distintos puntos de vista, complementarios entre sí y escritos por destacados historiadores del arte y arquitectos, que desgranan la grandiosidad de la huella que Domingo de Andrade dejó en el arte universal.

 

Una obra repartida por toda Galicia

 

Tal como destaca el arquitecto Celestino García Braña, vicepresidente de la Real Academia Galega de Belas Artes, “sobre Domingo de Andrade hay publicaciones y estudios muy valiosos pero no son muy abundantes. Este libro tiene la virtud de que ofrece una visión poliédrica, se tocan todas sus actividades en el mundo del arte, no sólo la arquitectura, puesto que fue además un magnífico retablista; proporciona una visión de conjunto de toda su obra”.

 

“Fue un arquitecto que trabajó en toda Galicia, en Lugo, A Coruña, Ourense, Tui… y, por supuesto, en Santiago, y en la publicación está presente esta territorialidad. Es importante que se tenga conocimiento de esta dimensión de Andrade, que dejó su huella en múltiples zonas de toda la comunidad. Es el caso del Monasterio de Oseira, la Catedral de Tui, el Monasterio de Santa María de Sobrado dos Monxes, la Catedral de Lugo, la Catedral de Ourense… entre otros muchos ejemplos” -destaca García Braña-.

 

García Braña indica que “en sus años de ejercicio profesional, a partir de la Torre del Reloj de la Catedral de Santiago, se convirtió en el gran gurú de la arquitectura gallega, realizando grandes obras pero también trabajando en aspectos de menor entidad del núcleo de la ciudad. Así, en Compostela fue el responsable de llevar a cabo buena parte del alcantarillado, hizo alguna fuente… y hasta redactaba informes. En este aspecto, se conservan cerca de 300 informes, algunos de enorme calado arquitectónico, pues era un profesional muy metódico, que entendía cada trabajo como un ejercicio a favor de la arquitectura y de ésta al servicio de la sociedad y de enriquecer la imagen de Compostela”.

 

Tal como apuntan los coordinadores de la publicación, “Domingo de Andrade fue un arquitecto de una extraordinaria modernidad, al que le interesaba no sólo el lenguaje barroco, sino todos los aspectos técnicos y constructivos de la arquitectura; y de ahí la atención que le prestó a la arquitectura militar, entendida como un desafío para lograr la máxima eficacia constructiva”.