Obras en la iglesia de San Miguel dos Agros

Sábado, 5 Abril, 2014

El Consorcio de Santiago acaba de sacar a concurso público la realización de obras en la iglesia de San Miguel dos Agros, situada en la plaza de San Miguel. La intervención se centrará en la reparación de la cubierta y en la limpieza de las fachadas laterales. Con un presupuesto global de 71.966,10 euros, está previsto que los trabajos se prolonguen durante dos meses.

 

Tal como explica el arquitecto de la Oficina Técnica del Consorcio responsable del proyecto, Ramón Fernández Hermida, “en general, el estado de la piedra de las fachadas es bueno. No obstante, hay zonas invadidas por la vegetación y áreas colonizadas por mohos y líquenes”. Señala que “las fachadas enfoscadas se encuentran fracturadas y con desprendimientos, así como grandes zonas de humedades producidas por una mala evacuación de las aguas de pluviales, que generan la aparición de hongos y líquenes”.

 

También hay zonas con humedad en el bajo cubierta y en el interior del templo. “Estas humedades generan desprendimientos en la pintura así como la aparición de hongos. Estas patologías son provocadas por las filtraciones del agua de lluvia que entra por los encuentros de la cubierta con la fachada lateral” -indica Ramón Fernández-. El arquitecto destaca que, de modo generalizado, la cubierta, presenta muchos puntos con desprendimiento y rotura de las tejas cerámicas, así como la aparición de hongos y plantas.

 

Actuaciones propuestas

 

Ante la situación de la iglesia, desde la Oficina Técnica del Consorcio se propone la eliminación de la vegetación de la cubierta, así como la retirada de toda la teja cerámica y su sustitución por otra nueva. Los encuentros de las cubiertas con los muros de la iglesia se resolverán mediante una lámina de plomo.

 

Por otro lado, se levantarán las bajantes y cazoletas exteriores situadas en la Ruela de Jerusalén y en el Recanto de San Miguel, y se colocarán unas nuevas con dimensiones suficientes para que puedan evacuar el agua de lluvia y no rebosar.

 

Con el fin de evitar humedades en los muros, se propone la limpieza de los canalones existentes, así como la colocación de canalones nuevos donde sea necesario. Y en las fachadas se propone el picado de los enfoscados desprendidos o agrietados, un nuevo enfoscado con mortero de cal en tres capas y, finalmente, su pintado con pintura de silicato.