Empiezan las obras en el alero de la fachada del convento de San Paio

Domingo, 6 Diciembre, 2015

El Consorcio de Santiago comenzó las obras en el alero de la fachada del convento de San Paio de Antealtares, con el fin de eliminar las humedades en el interior del inmueble y las goteras en la calle. Los trabajos, que se van a ejecutar en el plazo de tres meses, tienen un presupuesto global de 18.059,17 euros.

 

La arquitecta de la Oficina Técnica del Consorcio responsable de este proyecto es Idoia Camiruaga. Explica que la finalidad es mejorar el sistema de salida de las aguas pluviales para solucionar los problemas de humedades que se producen en el interior del edificio y las mojaduras en la calle debido al estado de conservación de los faldones que dan a la calle de San Paio de Antealtares.

 

La arquitecta indica que en esta parte del monasterio se realizaron obras entre los años 2006 y 2009, consistentes principalmente en la restauración de la fachada. En este período se recuperó asimismo la cornisa original del edificio, que estaba cubierta por teja, de modo que se pusieron en funcionamiento las gárgolas originales y el canalón de recogida de la lluvia. Las gárgolas de la última parte de esta ala del monasterio, hechas en un momento posterior, son ornamentales, por lo que no valen para desaguar la lluvia. Por este motivo se hicieron dos gárgolas de zinc y acero inoxidable, a cara a evitar la acumulación de pluviales.

 

La orientación de las gárgolas provoca mojaduras en los vecinos y comerciantes de la calle

 

Tras la modificación del alero de este faldón del tejado, las nuevas gárgolas de zinc y acero inoxidable dirigen el agua de la lluvia de manera perpendicular a la fachada. En esta parte de la calle hay edificios con uso tanto de vivienda como locales comerciales en los bajos. Y el agua de la lluvia dificulta, con mucha frecuencia, el acceso tanto a los portales como a los locales situados frente a las gárgolas.

 

La humedad en el interior del edificio afecta tanto a la zona habitada por las monjas como a la residencia de estudiantes 

 

Por otro lado, los trabajos previos realizados en esta ala del edificio se centraron sobre todo en el paramento de piedra de la fachada y en la recuperación del canal de recogida de agua de la lluvia, pero no en los propios faldones, en la teja y en los encuentros con los elementos sobresalientes como los florones y las chimeneas de las antiguas celdas de las monjas. La cubierta tiene la teja colocada con mortero de cemento sobre placas de fibrocemento. A pesar de que la comunidad de monjas mantiene la cubierta en el mejor estado posible, la teja es muy vieja y los encuentros con esos elementos, de plomo en caso alguno y de tela asfáltica en otros, están ya rotos o mal reparados.

 

Como consecuencia, hay humedades en el interior del edificio, en la zona habitada tanto por la comunidad como en los pasillos y habitaciones de la residencia de estudiantes. Al mismo tiempo, el agua que escapa del tejado puede mojar igualmente los muros por el interior. Por lo tanto, hace falta reparar estas humedades para no causar daños mayores.

 

La intervención 

 

Con el fin de atajar estos problemas, se realizará un recorrido de la cubierta, con la reposición de la teja que se encuentre en peor estado. Se sustituirá el material de la cubierta que no se pueda recuperar, previendo la colocación de algunas nuevas placas de fibrocemento bajo la teja. Además, se revisará el canal oculto de zinc, que recoge el agua de la lluvia de esta cubierta, con previsión de renovar algún pequeño tramo. Y se modificarán las gárgolas existentes para evitar las mojaduras a los vecinos de los edificios situados frente a ellas.