El Consorcio de Santiago participa en el proyecto europeo “AtlaS-WH”, del programa Interreg Atlantic Area del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Se centra en la gestión sostenible de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad incluidas en el Área Atlántica. En esta iniciativa, liderada por la ciudad portuguesa de Porto, participan también como socios las ciudades de Santiago, Burdeos y Edimburgo, a los que acompaña además Florencia por su experiencia en la gestión de sitios Patrimonio Mundial.
En el marco de este proyecto, hoy jueves y mañana viernes se celebra en Santiago el “4º Encuentro Internacional”. Los socios participantes en el mismo avanzan en la consecución de mejoras de gestión y en la definición de estrategias que permitan lograr ciudades históricas sostenibles desde el punto de vista económico, social y medioambiental; tomando como ejemplo el Área Atlántica. El concejal de Presidencia, Relaciones Institucionales, Año Santo y Turismo del Ayuntamiento de Santiago, Gumersindo Guinarte, fue el encargado de abrir la sesión pública de este encuentro. Por su parte, la gerente del Consorcio de Santiago, Belén Hernández, abordó la parte que está desarrollando la ciudad de Santiago dentro de este proyecto.
El papel de Santiago en este proyecto
El Consorcio de Santiago fue incorporado a este proyecto debido a su experiencia en la gestión y protección del patrimonio. Su labor se centra en detectar los desafíos comunes a los que se enfrentan las ciudades participantes en esta iniciativa, a través del estudio de los planes estratégicos y del planeamiento urbano de cada una de ellas, analizando su situación y problemas concretos. El propósito es llegar a una estrategia única de cara a mejorar la sostenibilidad de estas urbes, destacando el valor de la participación ciudadana en todo este proceso de mejora.
Este estudio de diagnóstico inicial, ya realizado, incluye el estado del patrimonio en cada una de las ciudades, la conservación de los edificios, la situación del espacio público, habitantes, actividades económicas predominantes, medio ambiente, turismo, herramientas de gestión existentes, junto al modelo de gobernanza y sostenibilidad. Servirá de punto de partida para dar los siguientes pasos necesarios para crear la metodología para la gestión sostenible de los sitios Patrimonio Mundial en el Área Atlántica.
De este estudio de diagnóstico inicial se concluye que en la actualidad en los sitios Patrimonio Mundial el turismo, que debe ser una fuente de ingresos para el conjunto de la ciudadanía, se presenta como una amenaza y, además, que hace falta hacer ciudades sostenibles (economía, sociedad, medioambiente, gestión de los residuos y del agua, movilidad…. “Para eso será preciso desarrollar recursos y herramientas que permitan una gestión excelente del turismo, de modo que las ciudades no se conviertan en parques temáticos y se tenga en cuenta a los propios ciudadanos en este proceso” -indica la coordinadora del proyecto por parte de Santiago, la arquitecta de la Oficina Técnica del Consorcio Idoia Camiruaga-.
Junto al turismo, los desafíos que se le presentan a los sitios Patrimonio Mundial son la pérdida de población, el modelo económico, el cambio climático y la eficiencia energética. Se busca así desarrollar estrategias y políticas públicas para la gestión sostenible de estas ciudades, así como modelos participativos, abiertos a la comunidad.
Así, el reto común es cambiar el paradigma de la regulación de los sitios Patrimonio Mundial. “Además de la protección de estos espacios urbanos, debemos garantizar su reactivación y revitalización” -destaca la arquitecta del Consorcio-.
Objetivos del proyecto
El proyecto responde a los objetivos de desarrollo sostenible de la UNESCO, que pretende, de aquí a 2030, entre otras cuestiones relevantes, “poner en práctica políticas encaminadas a promover un turismo sostenible que cree puestos de trabajo y promueva la cultura y los productos locales”.
El resultado principal del proyecto serán los Planes de Gestión Sostenible de cada sitio, dirigidos a mejorar su protección y atractivo, promover actividades económicas locales y el bienestar social de las poblaciones, además del respeto por el medio ambiente. El proyecto, que se aprobó en 2017 y se prolongará hasta finales de 2020, cuenta con un presupuesto global de 1.822.665 euros, de los cuales 1.366.998,75 están financiados por Fondos FEDER.