El Consorcio de Santiago acaba de sacar a concurso el servicio de conservación y mantenimiento de los pavimentos del recinto intramuros de la ciudad histórica para un período de algo más de 18 meses (desde mediados de junio de este año hasta finales de 2018). Durante este espacio de tiempo el organismo interadministrativo destinará un total de 266.000 euros a estas actuaciones. El 19 de mayo finaliza el plazo para que las empresas interesadas presenten sus ofertas.
“A pedra que pisas” es un programa de mantenimiento del espacio público en la ciudad histórica impulsado por el Consorcio de Santiago desde el año 2007. Se orienta al establecimiento de una dinámica estable de puesta en valor, conservación y reparación de los más de 60.000 metros cuadrados de enlosados de granito del casco histórico compostelano. Diferentes equipos de trabajo, integrados por canteros especializados en la conservación de pavimentos históricos, reparan y mantienen a lo largo del año las calles y plazas, bajo la planificación de la Oficina Técnica del Consorcio.
El objeto prioritario de este servicio es garantizar la seguridad de los peatones y de los ciudadanos que se mueven a pie por la ciudad histórica. Con este propósito, se creará un equipo de canteros que estará dedicado en exclusiva a reparar de manera inmediata cualquier situación de riesgo para los viandantes. “Se da la circunstancia de que son los vehículos, en particular los camiones de reparto de mercancías y otros servicios, los que están provocando los daños de manera recurrente sobre las mismas áreas” -manifiestan los técnicos del Consorcio-.
Los ciudadanos pueden enviar al Consorcio fotografías o comunicaciones por escrito respecto al deterioro del adoquinado a la dirección apedraquepisas@consorciodesantiago.org. Los técnicos del Consorcio valoran cada caso en particular y la empresa de mantenimiento se encarga de subsanar el desperfecto.
Este programa busca además garantizar la mejor conservación de los enlosados, teniendo en cuenta que “el pavimento de la ciudad histórica es una auténtica fachada horizontal de piedra por la que no solo caminan los ciudadanos, sino que también discurren las aguas hacia los sumideros y, por debajo de la cual, se encuentran las infraestructuras indispensables para garantizar la habitabilidad, la productividad y la competitividad de la ciudad” -destacan los técnicos-.