Se presenta el estudio de las humedades del enlosado de la Capilla del Cristo de Conxo

Viernes, 1 Julio, 2016

Los arquitectos que realizaron la investigación sobre el oscurecimiento húmedo que afecta al enlosado de la Capilla del Cristo de la Iglesia de Santa María de Conxo presentaron los resultados de la misma a los vecinos, junto con una propuesta de actuación para solucionar este problema. 

 

La arquitecta que dirigió el estudio es Soledad García Morales, profesora titular del Departamento de Construcción y Tecnología Arquitectónica de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y perteneciente al Grupo de Análisis e Intervención en el Patrimonio Arquitectónico. En la presentación estuvieron también los otros dos arquitectos gallegos que participaron en la investigación y forman parte de su equipo, Raquel Otero y Hugo Allegue. Asistirán, además, el párroco, Manuel Pérez; la gerente del Consorcio de Santiago, Belén Hernández; y Lourdes Pérez, arquitecta del Consorcio.

 

El equipo de arquitectos realizó en 2015 un seguimiento del comportamiento del edificio mediante técnicas de monitorización higrotérmica, inspecciones periódicas, ensayos in situ y en el laboratorio. Las conclusiones de este seguimiento revelan que el terreno está húmedo bajo las losas, y que esta humedad se retiene anormalmente, tanto en el terreno como en la piedra, debido a la presencia de sales higroscópicas, en particular nitratos. La contaminación por sales es más alta en la superficie de las losas que en su parte inferior y hace un doble efecto: por una parte, retiene la humedad que proviene del terreno y, por otra, atrae y condensa el vapor de agua del aire ambiente de la capilla. Estos dos mecanismos impiden el secado del pavimento, que ya de por sí es difícil porque no hay condiciones favorables del aire exterior.

 

En la parte de la investigación llevada a cabo por Hugo Allegue se concluye que los nitratos que se acumulan en la superficie de las losas pueden tener un origen antiguo, cuando el enlosado estaba revestido por un entarimado enrastrelado, y por debajo se extendía una capa de cenizas, sobre el enlosado. El amoniaco procedente de los lixiviados del cementerio y del cuerpo de nichos adyacente a la capilla, transportado por el agua infiltrada al terreno, al evaporar en la zona del enlosado, podría haber sido captado en gran medida por las cenizas, por su alcalinidad, y se producirían nitritos. Estos podrían haber sido luego transformados a nitratos por bacterias nitrificantes, aún presentes en algunas de las muestras analizadas.

 

El estudio realizado concluye que el proceso de contaminación está prácticamente detenido en la actualidad, pues las aguas pluviales fueron canalizadas con el sistema instalado por el Consorcio en la obra anterior realizada en la capilla.

 

Las sales presentes en las losas se eliminarán con bacterias

 

Para resolver el problema de la contaminación salina, la única solución es sanear los materiales, es decir, proceder a su desalación. Para eso hace falta levantar las losas y “lavarlas”, ya que los nitratos son muy solubles en agua y podrían eliminarse “bañando” las losas en agua limpia. Pero algunas losas podrían romperse en el levantado, puesto que están muy disgregadas debido al ataque de las sales durante tanto tiempo, por lo que se descarta esta opción. Entonces los expertos decidieron realizar pruebas de desalación in situ empleando varios métodos, entre los que destaca el de la desalación con bacterias.

 

La ventilación de la capilla

 

Por otro lado, deberá controlarse la ventilación de la capilla, cerrando las ventanas de ventilación continuada existentes y poniendo en funcionamiento lo que debió ser el sistema original de ventilación, por los óculos abiertos en su cúpula. Habrá que diseñar un cerramiento que permita la ventilación, sin dejar entrar la lluvia, y que se abra entre los meses de junio y septiembre, siempre que el grado de humedad del aire exterior sea inferior al interior. El aire entraría desde la iglesia, a través de la puerta que comunica con la capilla, y saldría por la cúpula. El tiro se produciría de manera natural, por diferencias de densidad.

 

La Oficina Técnica del Consorcio de Santiago acaba de publicar el resultado de esta investigación en su colección on line “Cuadernos Técnicos”. Las conclusiones de estos trabajos servirán como referente para abordar el mismo problema de la humedad en otras edificaciones históricas de la ciudad.