La Oficina Técnica del Consorcio de Santiago promovió la tercera fase de la intervención en el Convento del Carmen, situado en la calle de Santa Clara. Las obras, con un presupuesto de 104.266,12 euros e iniciadas en diciembre del pasado año, fueron realizadas por la empresa Elecnor, S.A. Los trabajos se centraron en la renovación de la cubierta del inmueble, en particular en la sustitución de las placas de fibrocemento y de la teja existente. 

La arquitecta del Consorcio que coordinó este proyecto es Lourdes Pérez. Explica que la cubierta del convento está compuesta por una estructura principal de madera que va adoptando diversas tipologías según su situación. Sobre esta estructura principal se dispone una segunda compuesta por correas de madera. A estas correas se fijan las placas onduladas de fibrocemento mediante anclajes metálicos. Sobre estas placas se coloca teja cerámica curva y por todo el perímetro de la cubierta canalón metálico.

Tal como señala la arquitecta del Consorcio, “la cubierta presentaba problemas de impermeabilización en diversos puntos. La entrada de agua se producía de modo generalizado a través del propio fibrocemento, que, cuando llovía, se empapaba de agua, dejándola pasar a su cara interior, por la que escurría hasta que se precipitaba en forma de gotera al topar con una correa de madera”.

En esta tercera fase se procedió a la sustitución de toda la cubrición de placas de fibrocemento y tejas existentes de los faldones afectados por los problemas de impermeabilización. También se revisó la estructura de madera de la cubierta y se sustituyeron los elementos que estaban deteriorados por otros nuevos de madera de castaño.

El Convento del Carmen es del siglo XVIII. En 1753 se ejecutan los cimientos del edificio y en 1758, sin estar concluido de todo, se trasladan al mismo las hermanas de la Orden de Carmelitas de la Reforma de Santa Teresa, de clausura rigurosa. El Consorcio de Santiago realizó dos intervenciones anteriores en el conjunto, centradas también en la renovación de parte de su cubierta. En una primera fase se renovaron los faldones de la cubierta de la iglesia y parte de los faldones de la cubierta del convento. En la segunda fase se renovaron los faldones correspondientes a la zona de noviciado, situada tras la cabecera de la iglesia.