El Consorcio de Santiago puso de nuevo en marcha esta semana las dos obras que se vieron afectadas por el decreto que obligó a paralizar todas las actividades no esenciales durante quince días, lo que incluía al sector de la construcción. Así, se retomó la obra de adecuación de la ala sur del conjunto de Santo Domingo de Bonaval para uso del Museo do Pobo Galego, promovida y dirigida por el Consorcio; además de la obra de instalación de un ascensor en el edificio situado en la Plaza de Salvador Parga nº 4, en la ciudad histórica, sede del Conservatorio Histórico, del Ateneo de Santiago y de la Real Sociedad Económica de Amigos del País.

En el caso de Bonaval, ya pueden comenzar las obras en la cubierta, en particular la renovación de la teja. Se está trabajando además en la adaptación del nuevo ascensor de alta capacidad que se va  a instalar en el edificio. Y, entre otras tareas, se avanzará en la colocación del acabado del suelo, en linóleo.

Por otra parte, se retomó la instalación del ascensor que permitirá garantizar la accesibilidad universal a las tres plantas del edificio sede del Conservatorio Histórico. Desde la Oficina Técnica del Consorcio prevén que la intervención podría estar finalizada en un plazo máximo de un mes. El ascensor ya está prácticamente instalado, así como el recubrimiento de la estructura. También están concluidos o a punto de finalizar los trabajos relativos a electricidad, fontanería, tabiquerías, cantería, alicatados y hierro.

El Consorcio trabaja con normalidad

Tal como destaca la gerente del Consorcio de Santiago, Belén Hernández, “estamos desempeñando con total normalidad nuestra labor desde el inicio de la crisis sanitaria, con todo nuestro personal activo a través del teletrabajo. Previmos la situación y, en el momento de declaración del estado de alarma, teníamos comprados y adaptados los equipos informáticos necesarios. Con eso y el redireccionamiento de llamadas a los teléfonos móviles, teletrabajamos todos sin problemas”.

La gerente indica que “estamos al día en pago de certificaciones, facturas y nóminas; avanzamos en la tramitación de subvenciones, licitaciones y redacción de proyectos y planes directores, dentro del margen que la suspensión de plazos administrativos nos marca. También continuamos sin problema en la recopilación, revisión y diseño de las publicaciones previstas para este año. Y seguimos con el proyecto europeo en el que estamos inmersos, con todos nuestros socios en Europa también confinados, lo que nos ayuda a trabajar con más fuerzas”.

Por otro lado, señala que “nuestra asistencia jurídica, la Abogacía del Estado en Lugo y nuestra intervención -el interventor del Ayuntamiento de Santiago- también están funcionando con diligencia y normalidad, lo que facilita nuestra actividad. En esta situación, la gerente destaca también el esfuerzo del informático del organismo, “siempre pendiente de nuestras necesidades y requerimientos, pero en especial en estos días, en el que su labor se hace imprescindible”. Indica que sólo resulta necesaria la presencia física de los arquitectos directores de las obras en marcha los días que deben cursar el seguimiento de las mismas.