El Consorcio de Santiago firmó un convenio con los herederos del fotógrafo compostelano Ramón Sánchez Estalote (1908-2002), en virtud del cual ceden al organismo su fondo fotográfico para su custodia. En el acto estuvieron el alcalde de la ciudad y presidente del Consorcio, Martiño Noriega; la gerente del organismo interadministrativo, Belén Hernández; el responsable de publicaciones y exposiciones del Consorcio, Juan Conde; junto a la sobrina de Estalote, Ana Mª Sánchez Pardo, que firmó el convenio en nombre de los herederos del fotógrafo.
Ramón Sánchez Estalote, un profesional con una gran capacidad de observación y una sensibilidad especial, retrató la ciudad de Santiago de Compostela y parte de Galicia durante las décadas centrales del siglo XX. El fondo, que ahora custodia el Consorcio, reúne unas 4.000 fotografías y unos 1.500 negativos. Las instantáneas reflejan una temática muy variada, desde el costumbrismo, pasando por las de carácter religioso, paisajístico, urbanas, festivas, el mar…
Estalote guardó su archivo en cajas de zapatos y en una vieja maleta de cartón. Estos fondos fueron recuperados por sus sobrinos poco después de su fallecimiento. Ahora pasan a formar parte del Archivo Gráfico del Consorcio de Santiago, con el fin de garantizar su conservación y divulgación entre los investigadores y la sociedad en general. El organismo mantendrá así todo el material cedido por los familiares del fotógrafo compostelano en las condiciones de seguridad y conservación que garanticen la preservación del mismo. Y velará para que en todos los usos públicos de este fondo por parte de terceros se respeten los derechos morales del autor.
Los herederos de Estalote decidieron legar todo el fondo a una misma entidad para no dividirlo y no devaluar su valor cultural. La cesión se acordó por un período inicial de cuatro años.
El Consorcio digitalizará todo el material para ponerlo a disposición del público
Tanto las fotografías como los negativos se conservarán en cajas, carpetas y papeles especiales libres de ácidos y se custodiarán en un armario destinado a este fin, donde se mantendrán a temperatura constante con el fin de evitar su deterioro. En su intervención, la gerente del Consorcio, Belén Hernández, señaló que el siguiente paso será la digitalización de todo el material con el fin de ponerlo a disposición de la ciudadanía a través de la propia página web del Consorcio y contribuir así a su divulgación. En esta línea, el alcalde se refirió a la “democratización de la obra de Estalote” e incidió en la “generosidad de la familia” a la hora de ceder los fondos de “un fotógrafo que retrató la Compostela popular del siglo XX y nos dejó un trozo de la memoria colectiva de la ciudad”. Martiño Noriega destacó que “el Consorcio se compromete a guardar este legado con profesionalidad y cariño”.
Por su parte, la sobrina del fotógrafo, Ana Mª Sánchez, agradeció “el trabajo respetuoso del Consorcio de Santiago, el cariño con el que acogió todo el material y las facilidades y asesoramiento que proporcionó a la familia en relación a la mejor conservación posible de los fondos. Me siento orgullosa de compartirlo con toda la ciudad y que todo el mundo que lo desee pueda disfrutarlo”.
Un fotógrafo ambulante, retratista de lo cotidiano
Ramón Sánchez Estalote fue uno de esos fotógrafos ambulantes a los que no le gustaba el estatismo de la foto de estudio, detestaba la insistencia de los mismos fondos en los retratos y las mismas poses. Necesitaba el bullicio de las aglomeraciones en las fiestas, el agitado ambiente de una mañana de feria o el simple paso de las nubes. Perseguía siempre un continuo cambio de escenario para sus tomas. Con su cámara Leica al hombro deambuló durante más de cinco décadas por Compostela. Y cuando la ciudad de nacimiento se le quedaba pequeña, se trasladaba hasta Os Cantóns de A Coruña o al barrio del Berbés en Vigo.
Estalote trabajó desde los catorce años hasta cerca de cumplir los noventa
Hombre introvertido, Estalote era un dandi vestido impecablemente con traje oscuro que escondía su timidez detrás de unas gafas de alta graduación. Pocos datos existen sobre su biografía. Es su profesión la que nos acerca las huellas vitales necesarias para reconstruir la figura de este profesional, que entra a trabajar en el compostelano negocio de Fotos Gamallo a los catorce años y se mantiene activo hasta cerca ya de cumplir los noventa.
A través de sus imágenes es posible seguir el rastro de un sumario histórico que se inicia en los años veinte, cuando realiza sus primeros encargos, retratos colectivos de escuelas y vistas de la catedral. Después del paréntesis de la Guerra Civil, ya en la década de los cuarenta, retoma su labor, retratando a diversos personajes de la jerarquía política y religiosa, retratos que serán en esa época, junto a los desfiles militares y las procesiones, algunos de sus pretextos más habituales.
Pero al margen de estas descripciones “oficiales”, determinadas por la propia coyuntura social y política, el fotógrafo levantó acta de la memoria de su tiempo en la variada representación de lo cotidiano. En muchas ocasiones sus fotografías fueron utilizadas como postales para los turistas, aunque en ellas no figuraba el nombre del autor, silenciado porque, entonces, el trabajo del fotógrafo se consideraba solo un oficio y no una actividad artística.
El Consorcio ya editó un libro y promovió una exposición con imágenes de Estalote
Bajo el título “Ramón Sánchez Estalote: memoria dun tempo”, el Consorcio promovió en 2015 una exposición de imágenes del compostelano que se repartía entre la Casa del Cabildo y el Museo do Pobo Galego y aglutinaba más de un centenar de instantáneas. Y a finales de 2016 se presentaba una publicación homónima, coeditada por el Consorcio y Teófilo Edicións, bajo la autoría de Mercedes Rozas, con una selección de más de 200 fotos.