El Consorcio de Santiago acaba de adjudicar las obras de limpieza del cimborrio de la iglesia de San Martín Pinario a la empresa Obras Gallaecia, S.L. El presupuesto global de esta intervención ascenderá a los 85.207,41 euros.
Tal como explica el arquitecto de la Oficina Técnica del Consorcio responsable de este proyecto, Ramón Fernández Hermida, se limpiarán y rejuntarán la terraza y los muros del cimborrio de la iglesia y la cubierta del mismo, con el fin de evitar la entrada del agua de la lluvia al interior del edificio, que llega a producir goteras sobre el altar.
“El agua se filtra por la terraza del cimborrio, sobre todo por los encuentros de ésta con los muros y con la balaustrada y cornisas perimetrales y por la cubierta. Las obras se centrarán pues en la limpieza de la terraza, muros y cornisas mediante la eliminación de plantas y musgos; junto con el rejuntado de la cantería y el retejado de la cubierta del cimborrio” -señala el arquitecto-.
Además, la entrada de agua hacia los rellenos de los muros produce el debilitamento del sistema estructural del edificio y acaba apareciendo por la cara interior de la cúpula de la iglesia, por lo que la actuación tratará de resolver todas estas patologías.
Estado actual de la cúpula de la iglesia
En la cubierta del cimborrio faltan algunas tejas y otras están rotas. En la piedra de las fachadas hay zonas invadidas por la vegetación y áreas colonizadas por mohos y líquenes. Por la cara interior de la cúpula, en el interior de la iglesia, se ven zonas con humedad que acaban por gotear encima del altar. Estas patologías son provocadas por las filtraciones del agua de la lluvia, que entra tanto por las juntas de la piedra como por los encuentros entre paramentos y zonas de apoyo de los balaustres, ornamentos…
Una vez eliminadas las plantas superiores, así como las algas, mohos y líquenes, se limpiará toda la superficie de fachada con un cepillo de esparto o cerdas y agua limpia sin presión, para no dañar las juntas o la superficie de la piedra. Con la fachada limpia, se procederá a limpiar en profundidad las juntas abiertas que hayan sido invadidas por plantas y raíces. Y también se limpiarán las grietas y fisuras con el fin de eliminar todo el material de aporte tanto del viento como por parte de las aves y demás colonizadores. Por último, se aplicará un hidrofugante fluorado, por su permeabilidad al vapor de agua, de modo que consienta la eliminación de la humedad del interior de la fábrica.